martes, 1 de noviembre de 2011

Puches, en el día de los santos

Postre típico de España, y más de casa de mi madre, y por extensión de la mía, en el día de los santos el uno de noviembre.
En algunos lugares los llaman "gachas dulces" aunque estas se confeccionan con leche y aquellos, los puches, con agua. Mi madre, al igual que mi abuela, mis tías, y tíos que los hacían, los cocían con agua, pues decían que eran así los verdaderos puches.
También hacían las gachas dulces, aunque las hacían en cualquier época del año y nunca por el día de los santos; para este día eran los puches.
Entonces, hace más de cincuenta años, se hacían muchos postres en días señalados: los puches; las torrijas, de vino o de leche, para semana santa; las rosquillas fritas para navidades; las rosquillas del santo, para las fiestas del pueblo, Pozuelo de Alarcón; los mantecados o "mancheguitoss" como los llamaban mis tías y mi madre, que aprendieron a hacerlos cuando estuvieron "evacuadas" por la guerra del 36 en Casas Ibáñez, Abacete, y a mi tía Vale la salían "de muerte". Y un largo etcétera de dulces y platos salados, típicos de fechas señaladas.

Dejo la receta de como los hago yo, por si alguien que lea esto quiere probar a hacerlos.

Receta de los puches:
para dos personas
- cuatro cucharadas soperas de harina de trigo bien llenas
- ½ l de agua
- Tres cucharadas soperas de azúcar
- Una corteza (rama) de canela
- una cucharilla de postre llena de anisillos
- tres rodajas de pan de barra
- aceite de oliva (la necesaria para freír el pan)
- un poco de canela molida (la necesaria para espolvorear sobre los puches servidos en su recipiente)
Preparación:
En una sartén honda o una cacerola vertemos la harina y llevamos al fuego, poniendo éste en fuego medio. Removemos la harina, preferiblemente con cuchara o paleta de madera, mientras se va calentando.
Ponemos el agua a templar, o la tomamos ya templada del grifo, y cuando la harina haya cogido temperatura –ojo, que no se tueste- añadimos el agua removiendo según se añade, moviendo bien para evitar la creación de grumos. Tras unas cuantas vueltas, añadimos ahora el azúcar, la rama de canela y los anisillos y dejamos que rompa a cocer.
Mientras tanto, ponemos a calentar el aceite y cuando esté a punto freímos el pan que habremos cortado en daditos previamente. Cuando esté dorado lo sacamos y apartamos sobre papel de cocina, puesto sobre un plato, para que escurra todo el aceite posible.
Seguimos removiendo la harina mientras cuece, procurando que no se pegue al fondo, y cuando haya espesado, tras llevar un rato haciendo cráteres (chup-chup) y notar que la cuchara encuentra resistencia dentro de la harina, se retira la sartén del fuego, se añaden los dados de pan frito y se remueve bien. En este momento, los puches están hechos ya.
Acto seguido, sin esperar a que se enfríen, los vertemos en un recipiente o en dos individuales de postre. En este momento se puede espolvorear por encima la canela molida, o cuando se vayan a comer, tanto da lo uno que lo otro, o como podría decirse: a gusto del consumidor.
Se dejan enfriar en la nevera el tiempo suficiente hasta consumirlos, pues es un postre que se come frío.

Buen provecho.


Saludos..., y buen provecho. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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