miércoles, 8 de febrero de 2012

Helada del día 8 de febrero

Hoy he madrugado bastante, o como para lo que tengo que hacer sí que lo ha sido, pues ni me es necesario ni me urge nada como para levantarme temprano.
Como ya no podía dormir más, a las 7:30 ya estaba en pie y mirando por la terraza el ambiente que había afuera.
Por el momento apenas había una línea de tenue claridad en el horizonte y ya se distinguían los objetos del jardín, el litoral del pantano, reflejándose en el agua un suave velo rosado, y la Boca del Infierno a mi izquierda.
A las nueve bajamos mi perrita Suska y yo a dar el paseo matutino cotidiano y lo primero que hice, antes de traspasar la verja y dirigirnos hacia el pantano fue, hacerle unas fotos al hielo que aun había en la superficie de la piscina, por si al volver ya no quedaba nada de él, pues el sol ya estaba un poco por encima de los montes que se divisan mirando a Cuenca.
No me figuraba yo, a pesar del aire frío que hacía y aunque "cortase la cara", que cuando volviese me encontraría la capa de hielo intacta. Claro que eso lo pensé ante la piscina, pues estando caminando por el borde del pantano ya no pensé lo mismo. Es más, pensé que con el viento que por allí hacía, más fuerte y gélido que cuando comencé a acercarme al pantano y bastante más que el que corría por arriba, seguiría la misma capa de hielo sino más gruesa, aunque esto último no tendría forma de comprobarlo.
Cuando arreció el viento, no tuve más opción que subirme la capucha del chaquetón de invierno sobre el gorro de lana, que ya llevaba en la cabeza puesto desde que salí de casa, si no quería que se me congelasen las orejas, o los lóbulos de ellas que es lo que quedaba a la intemperie por debajo del borde de lana.
Hoy he bajado con la cámara por dos motivos: el primero, porque ayer no la llevaba y me perdí de hacer unas cuantas fotos a una bandada de cormoranes que en un principio nadaban en el agua y que después, debido a que el ruido de un hidroavión haciendo prácticas los asustó, volaron sobre nosotros a baja altura, o al menos la suficiente como para haberles tomado bien con el objetivo que llevaba puesto en la cámara; y la segunda, porque viendo el sol que hacía, pensé que no afectaría el frío a la cámara como otras veces que he salido con ella y debido al frío reinante no funcionan bien los mecanismos, quedando al final unas fotos horrendas.
Bueno, quizás haya una tercera razón y es que me había propuesto hacer fotos a la piscina helada, Y digo bien, pues el hormigón estaría congelado al igual que el agua, que debe tener unos cuantos cetímetros de grosor la capa de hielo como para haber podido mantenerse, a pesar del sol que lució ayer, que por la situación en que se encuentra la estubo dando todo el tiempo que el astro nos estuvo alumbrando el pueblo directamente.
Hoy no había cormoranes en las inmediaciones del pantano y patos he visto tan solo cuatro. Pero había unas cuantas gaviotas, he contado nueve, al borde del agua; unas dentro y otras en la arena, a las que he podido tomar alguna instantánea desde tal distancia que se las ve borrosas, pues llevaba un objetivo corto y no el zoom con el que hubiesen salido mejores fotos.
Después de subir a casa, desde la terraza he visto a tres volando cerca y por tomarlas antes de que desapareciesen de mi vista, pues no me daría tiempo de cambiar de objetivo, las he fotografiado en vuelo con el mismo que llevaba puesto en la cámara.
También he tomado algunas fotos de unos matojos bajos que sobresalían del agua, con carámbanos de hielo en sus ramas. Ya que estaba, me he entretenido en tomar alguna del paisaje circundante; que ya lo tengo bien fotografiado, pero cada vez que bajo a pasear con la cámara en ristre tomo alguna.
En ningún momento de lo que va caducando el día, el hielo ha desaparecido de la piscina, y eso que ha estado bien soleada. Hasta creo que no se ha disulto nada, ni siquiera algo de la capa externa del hielo.
Mucho me temo que estará así unos cuantos días; tantos como continúe este viento gélido siberiano, que ha decir de los partes metereológicos que dan por televión, lo tendremos unos cuantos días más como compañero mal querido. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Posted by Picasa


Adrián Martín Alonso (AdriPozuelo)
Sacedón, 8 de febrero de 2012

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