Nos encontramos apurando el verano e igualmente el pantano, aunque los vecinos no tengamos nada que ver con ello -ni con lo uno ni con lo otro-, pues ya nos gustaría que no se llevasen el agua a otros sitios por medio de los trasbases.
A principio de año estaban los niveles poco más o menos como ahora, llegando a estar aceptable -casi lleno- en primavera y al principio del verano. Al paso que llevan, en pocos días más así, a este ritmo de vaciado, pronto lo veremos como años anteriores -y bastantes por cierto-, con la misma sensación de desolación y abandono.
Llevamos unas noches, aunque durante el día también, en que los olores a cieno y los mosquitos -a millones- nos tienen copados.
Según va bajando el nivel, y eso se nota día a día, el cieno se hace el dueño de toda la rivera, incluso algunos metros hacia adentro del agua, lo que provoca el mal olor reinante en el ambiente y la cantidad ingente de insectos que pululan por varios cientos de metros alrededor del pantano. Esto es así, de tal forma que por las mañanas tenemos una gran cantidad de ellos muertos en las inmediaciones de las viviendas, ya que por las noches acuden a la luz de las farolas de las calles, a las ventanas y terrazas atraídos por la claridad del interior de las viviendas, como por la de los fluorescentes de las cocheras.
¿Por qué no se ha hecho nada contra estas plagas cuando se ha comenzado con el "vaciado" del pantano? Claro que a quien beneficia y a quien ha "dado esa orden" no les molestan: no los sufren como los vecinos los soportamos y los sufrimos. Pero: ¿es que los regidores del ayuntamiento tampoco lo saben, o tampoco lo sufren, siendo que ellos viven aquí? ¿O es que no les compete a ellos al menos intentar solucinarlo? ¿Es competencia del Gobierno de La Comunidad, o de la Confederación Hidrográfica del Tajo, al igual que la limpieza de sus inmediaciones? ¡Pues esa es otra, las basuras!
Tenemos los alrededores del pantano llenos de basura: botellas de plástico; de cristal -litronas-, tanto enteras como rotas, lo que se hace peligroso; latas de refresco; papeles; y de aluminio, como envoltorios de alimentos; cartones; sedales; sillas rotas; sombrillas igualmente rotas; zapatillas abandonadas, u olvidadas; chanclas, en los mismos términos; etc., etc., etc. Más bien un largo, o largos etcéteras.
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