La otra mañana estaba asomado a mi terraza, contemplando el paisaje y casi contando los pocos vehículos que ya pasan por la carretera, cuando vi acercarse por ella, y a lo lejos, algo que parecía ser un cliclista en bicicleta. Resultó ser un ciclista pero sobre una bici muy especial ya que no lleva sillín, sino asiento reclinado con respaldo, y el ciclista va casi tumbado pedaleando.
El ciclista -o turista sobre dos ruedas- cuando estuvo cerca se dio cuenta de que le estaba tomando fotos y me miró sonrriendo a cámara como si fuese todo un profesional de la pose.
Aunque no sea profesional, veterano del pedaleo creo que sí sea y que esté acostumbrado a que le hagan fotos, pues entrado en años se le ve y en esas condiciones de pedaleo no se ve todos los días un correcaminos por estos andurriales, ni por otros, creo.
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