martes, 6 de marzo de 2012

Otro amanecer más

Otro amanecer más. Este no es muy espectacular, pero es igual de agradable admirarlo -al menos para mí-; contemplar cómo va saliendo el sol tras las montañas a las siete de la mañana. Después, bajo hasta el borde del pantano, o me quedo por los alrededores, y sigo haciendo fotos, si es que hay algo más que merezca la pena fotografiar y sino, pues a admirar el paisaje y disfrutarlo, lo mismo que el fresquito de la mañana y después del sol su calor, a medida que va subiendo dejando abajo y tras de sí el horizonte. Hay días que puedo pillar a los patos, medio desprevenidos, ya que se las saben todas y es raro que se dejen sorprender, y puedo hacerles algunas fotos aceptables. Si no son patos, es el perro del vecino chapuceando en el agua, o sino algún pájaro que se posa cerca, y sino, el paisaje pues no siempre está igual de precioso, aunque su fisonomía no cambie durante tres meses, que es lo que dura cada estación. Después, al volver a casa y tras desayunar, me salgo a la terraza a "echar un cigarrillo", ya que dentro no fumo, y si hay por los alrededores pájaros, engancho la cámara y a tirar fotos. Suelen posarse muchas veces y de varias clases, en los álamos de enfrente, en los olivos, en las zarzas, matorrales y por el suelo de al lado de casa. Como los puñeteros no se pueden ver quietos, no se les puede fotografiar bien; excepto cuando se posan en una rama y se lían a cantar, entonces se les puede sacar alguna foto aceptable. Esta curruca por ejemplo, que como no se estaba quieta ni un momento, no salió muy favorecida en las fotos que digamos; pero bueno, ahí queda la foto para poder ver al menos cómo es.

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