domingo, 3 de febrero de 2013

Niebla dorada

 A las ocho y cuarto de la mañana había una espesa niebla, no se veía apenas el quitamiedos de la carretera de enfrente de casa, distante a unos veinte metros el lado más cercano.

Al poco, una media hora después, el sol comenzaba a penetrar a través de ella, dejando ver poco a poco un bello amanecer entre la niebla. ¿Cómo iba a perderme la ocasión de dejarlo plasmado en unas fotos? Cogí la cámara y comencé a darle al disparador.


 Paulatinamente el sol se habría paso entre las nubes, dando al paisaje una belleza única, irrepetible, pues aunque a veces pueda parecer igual no es así, cada amanecer es diferente, como cada día es distinto y si además tenemos el dorado de los rayos del sol proyectándose sobre las cosas, formando chorros de luz entre los huecos que iba abriendo entre las nubes, creando bellas estampas de brumas, de tramos de carretera, de verdes praderas, piscina, farolas y ramas doradas todas ellas en parte, esta estampa se hace inimitable e irrepetible. Podrá darse otro amanecer parecido; igual nunca.


 Cuando bajé a la calle a pasear por las inmediaciones del pantano, ya no quedaban restos de niebla. El sol lucía con todo su esplendor y el cielo estaba surcado de estelas de vapor, dejadas por los muchos aviones que vuelan sobre la zona, más al amanecer y el anochecer que durante el día.

  De regreso, los gorriones tenían igual escándalo que el otro día, revoloteando por entre la ferralla del solar cercano. Desde las varillas al gallinero y viceversa, repetían las idas y venidas sin dejar de piar.

  Al pasar junto a la tapia que protege del exterior el recinto donde se encuentra "Betoven", el gran amigo de Suska, se encaramó al borde de los bloques y entre los barrotes se puso a llamarla.

  La muy "zorrila" se paró y ladeó el rabo, pues como está con el celo, la llamada de la naturaleza se hace irresistible, no se puede contener, y a ella la da igual que "el novio" sea grande que pequeño.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Posted by Picasa
Adrián Martín Alonso
AdriPozuelo
Sacedón, Guadalajara
2 de febrero de 2013

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